La mañana de hoy trajo consigo
una noticia que a decir verdad, no vi venir, aún cuando lo sucedido ya había
sido pronosticado constantemente en el pasado con intervalos de 6 meses cada
uno, los cuales fueron todos erróneos.
El hecho es que el día de hoy
fallece (por 6ta y última vez) Clementina González, Para las personas que la
conocían a ella y a su situación, esta noticia probablemente aparte de
sorprenderlos, debe haber hecho que pierdan su fé en el planeta tierra y en la
humanidad, haciendo que probablemente acaben apoyando la política pro-salvación
de la humanidad que propone nuestro gobierno actual. Añado que no me siento
solo pensando y predicando que Clementina representó mucho más para nosotros
que cualquier tonto que camine en este momento por las calles, quien por cierto
probablemente no sepa cual es su motivo o su misión a cumplir, cosa que
obviamente lo diferencia de Clementina, porque su mente prodigio poseía un
intelecto comparable al de cualquier gran genio conocido, un intelecto capaz de
razonar, planear, esperar y agarrarte completamente fuera de base y con eso
satisfacer sus necesidades compulsivas y asquerosas de hacerte pasar 5 minutos
de rabia mientras ella simplemente yacía acostada en frente de ti, mirándote
con unos ojos que ni siquiera estas seguro de si veían correctamente y
mostrando la más pura y perfecta muestra de desinterés en lo que te hizo.
Una vez dicho esto, solo me hace
falta agregar que ella era un ser supremo, digno de admiración y hasta incluso
de su propia religión, en donde ella sería la dueña y ama suprema de todo lo
que fue, es y será, donde ella sería quien puebla ese mítico universo
desastroso, coloreándolo de un absoluto y perenne olor a burro muerto.
Me doy cuenta, al analizar su
historia, que ella siempre estuvo dotada de una capacidad casi milagrosa de
engañar, distraer y por sobre todas las cosas: una paciencia increíble, una
paciencia que podía ser perturbadora para cualquier otro ser viviente, una
paciencia que acabó llevándola a la victoria sobre varios seres humanos
trabajando juntos contra ella, quienes solo caían de rodillas (sobre papel
orinado) en un mar de lágrimas, humillados y derrotados por lo que parecía ser
un perro demoniaco.
Todo comenzó hace 16 años, la
primera impresión que Clementina nos dio fue la de un pequeño y lindo cachorro
lleno de energía y dispuesto a acompañarte por el resto de su vida (cosa que en
ese momento parecía magnífico)
Ella fué traída a su nuevo hogar
y con ella llegó un ambiente de felicidad que se notaba fácilmente, se
caracterizaba, según me dicen, por ser muy juguetona y deseosa de que la
sacaran a pasear. Quiero agregar que los datos que poseo sobre esta etapa de su
vida son muy escasos y fueron en su mayoría destrozados por su necesidad de
destrucción. Quienes conocen sus inicios cuentan historias que pueden ser fácilmente
relacionadas con demencia, histeria o la puerta a universos paralelos y
realidades distorsionadas.
Mientras su vida se prolongaba
ella poco a poco ganaba el interés de quienes la rodeaban, ya que era la
protagonista de muchos robos de comida, los cuales en un principio eran solo
una divertida anécdota, un helado, un pan dulce, una galleta María. Estas pequeñas
recompensas las ganaba mediante un exceso de energía que no podíamos controlar,
sin embargo esto cambiaría con el tiempo: sus tácticas y sus recompensas cada
vez se volvían más oscuras, más tenebrosas, más merecedoras de una saga de
libros a su nombre.
Una bolsa de panes canilla, un
6-pack de marquesas, Una bandeja de pollo asado fueron los protagonistas de las
siguientes hazañas de Clementina, esto último nombrado también fue el detonante
de un cambio completo de actitud hacia ella, haciendo que siempre estuvieras
atento a donde dejas tu comida, haciendo que siempre estés preguntándote si
Clementina sería capaz de alcanzar lo que sea que decidas dejar en la cocina,
lentamente induciéndote a un horror constante del cual ni siquiera sabías que
eras víctima.
Poco después de este cambio en
sus logros también se empezó a notar un deterioro en su cuerpo. Un aumento
descomunal de peso, infecciones constantes, ronchas en todo su cuerpo y un olor
no muy agradable. Su anterior energía frenética fue suplantada por una
paciencia extrema y un entendimiento de la mente humana superior a la de
nosotros mismos. Esto le permitía calcular sus planes, analizar sus obstáculos
y finalmente llegar a su meta.
Burlándose de todos, En esta
época hay que resaltar 2 puntos importantes en su historia, siendo el primero
cuando Clementina se gradúa de Jedi/Ninja logrando levitar para llegar hasta
encima de la lavadora y comerse una variedad de productos de limpieza que
equivalen a un carrito de supermercado. Y en su segundo logro esta el hecho de
comerse una bolsa de carbón ubicado en el patio junto a la parrilla, cosa que
se repetiría varias veces más en el futuro.
La tercera etapa de su vida
alberga varias intervenciones quirúrgicas para solucionar las diversas
infecciones y dificultades por las que pasaba su cuerpo en deterioro, cabe
resaltar que este deterioro corporal era inversamente proporcional a su
capacidad mental, haciéndola llegar hasta un punto en donde te preguntabas si
el loco eras tu mismo y si estarías mejor internado con una camisa de fuerza,
sin embargo creo que lo más resaltante de este período fue el cambio en la
frecuencia con la que hacía sus necesidades, cuadriplicándose el número de
veces en las que las hacía con anterioridad, no solo esto, sino que es
necesario agregar que lo hacía siempre y en todas partes, no importa que tanto
limpies, que tanto te esfuerces por deshacerte de ellos, porque cada vez que te
des la vuelta SIEMPRE habrá otro charco listo y dispuesto a hacerte resbalar y
ensuciar tu ropa, también debo nombrar la cantidad de veces que presentó decaídas
en su actitud, haciéndola parecer indefensa y al borde de la muerte, lo que no
sabíamos es que este mismo truco de hacerte pensar que estaba dolida fue el
truco que la llevo a robarse el pavo de navidad mientras la familia hacia la
cuenta regresiva de año nuevo, obviamente jamás olvidaré esa noche.
Por último en sus siguientes años
denotamos que su sentido de la visión fué reemplazado por el tacto, esto
significa que su manera de ubicarse consistía en ir chocando con todo para
reconocer en qué lugares no había cosas con la que chocar. De ahí a sus últimas
ulceras en la piel, y finalmente concluyendo en su muerte. A la edad de 104
años perrunos.
Finalmente me despido y termino
esta historia deseándote lo mejor para tu vida y tus destrozos en el
inframundo, Clementina.
Espero que efectivamente descanses
en paz, porque si aún no estas satisfecha entonces nosotros los mortales
sufriremos bajo tu condena suprema. Recuerda que para nosotros eras parte importante
de nuestra vida, y tanto como para bien o como para mal fuiste una gran
influencia en las decisiones que tomamos.
Descansa Clementina: Lograste tu
cometido y te recordaremos por tu perseverancia.
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