Dar un buen servicio aveces no es fácil, y menos cuando un restaurante aparenta mas de lo que es en realidad, en el caso hipotético de que estés en un restaurante espantoso pero te atiendan bien, puede levantarte un poco el animo y por sobre todo hacerte salir al menos con una sonrisa.
Hay cosas que no se pueden perdonar, cosas como escupirle a tu refresco, ponerle una mosca a tu sopa o cocinar el pollo junto con algún material radioactivo (cosa que explica que mi amigo pepito se haya convertido en el famoso Pollo Man) etc...
Todos tenemos defectos. Algunos mas que otros, pero la combinación de la incapacidad, la arrogancia, y las ganas de joderte la paciencia es lo que hace que tengas el peor servicio del mundo. Si, talvez cuando termines de leer esta historia vengas a comentar: (AYYYY!! PERO NO TE PUSO NINGÚN MATERIAL RADIOACTIVOOO!! DAAAAHHH) pero si tienes 4 dedos de frente podrás entender la gravedad del problema. un problema que siempre recordare y narrare como: "El Restaurante Moribundo"
Todo comenzó con una salida al cine con mis amigos, cosa que naturalmente no es muy frecuente para mi, de modo que accedí a ir sin pensarlo 2 veces. Recuerdo que al final muchos se retractaron y prefirieron quedarse en la intimidad de su casa (pasen de largo, no es nada erótico) de forma que quede yo y 2 amigas (^_^)
Cuando llegamos al cine nos dimos cuenta de que literalmente preferiríamos degollarnos nosotros mismos a hacer la fila del cine, ERA ALGO ESPANTOSO! había tantas personas que parecía que estuvieran regalando dinero o algo por el estilo
La idea del cine estaba descartada totalmente, y concluí que todas las personas que estaban en esa fila eran suicidas en potencia.
Nuestra única idea fue ir a comer helados. cosa que no estuvo nada mal, pero claro... surgieron comentarios como "Y QUE TAL SI ORDENAMOS LAS ENTRADAS POR TELÉFONO??!!"
Y lo peor es que casi le respondo, que bueno que no lo hice porque si lo hubiera hecho en este momento estaría paralítico
Cuando llegamos al cine nos dimos cuenta de que literalmente preferiríamos degollarnos nosotros mismos a hacer la fila del cine, ERA ALGO ESPANTOSO! había tantas personas que parecía que estuvieran regalando dinero o algo por el estilo
La idea del cine estaba descartada totalmente, y concluí que todas las personas que estaban en esa fila eran suicidas en potencia.
Nuestra única idea fue ir a comer helados. cosa que no estuvo nada mal, pero claro... surgieron comentarios como "Y QUE TAL SI ORDENAMOS LAS ENTRADAS POR TELÉFONO??!!"
Y lo peor es que casi le respondo, que bueno que no lo hice porque si lo hubiera hecho en este momento estaría paralítico
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| Fila del Cine Parte 1 |
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| Fila del Cine Parte 2 |
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| Fila del Cine Parte 3 |
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| Fila del Cine Parte 4 |
Se Hacía tarde ya, el sol empezaba a caer y todo se volvía cada vez un poco mas aburrido, o al menos eso me imagino... Yo por mi parte estaba entrando a cada librería que me cruzaba corriendo hacia ella como un niño pequeño a un puesto de helados (cosa por la cual también corrí yo) Pero nada comparado a entrar a la tienda de videojuegos - figuras coleccionables - juegos - Y MAS VIDEOJUEGOS! eso para mi era el paraíso.
Con el paso del tiempo aumentaba el hambre, por lo cual me sugirieron ir a un restaurante del sitio, el cual no conocía pero me habían recomendado, pensé que no seria nada malo conocer sitios nuevos, de modo que acepte. El lugar era muy grande y amplio tenia muchos adorno que lo hacían ver un sitio bastante confortable e interesante, sobre todo con las bebidas. vasos llenos de líquidos azules fosforescentes... Jamas supe que rayos era pero todos se lo tomaban felizmente...
A primera vista no parecía nada mal, sin embargo, las desgracias que ocultaba este lugar no era perceptibles para los humanos. Así que como todo un idiota me senté con mis amigas a esperar que el mesero nos atendiera. El tipo en cuestión no se veía malhumorado ni nada, de hecho nos atendió bastante bien. Desde un principio yo no pedí nada, aun no tenia hambre. así que me entretuve con el libro que me compre (JJ Benitez. "Existió Otra Humanidad") el tiempo pasa, aproximadamente 10 minutos. No habían señales del mesero cosa que por el momento pensé bastante lógico puesto que era un restaurante muy grande, pero esa creencia no duro mucho antes de ser descartada. 15, 20, 25 minutos... (pagina 6, 7, 8, 9...)
Las posibilidades se agotaban, y con ellas mi respeto por el restaurante, de vez en cuando echaba una mirada al lugar... Nadie se había ido de su lugar, y todos permanecían con una sonrisa, como si todo este tiempo fuera normal. Había pensado en irme, pero seria una completa falta de respeto hacia la gente que me acompañaba, aunque varias veces les dije que el lugar me estaba hartando.
30 minutos...
Con una media hora cumplida no podía soportar mucho mas, el libro no era suficiente para tranquilizar mis instintos y el hambre que ya había adquirido, ni mucho menos podía solucionar que se me hayan dormido las nalgas estando allí sentado.
40 minutos...
Verdaderamente. (esto es una maldición) me dije a mi mismo mientras ideaba forma de tortura para todo el personal del restaurante. Me levanto un momento a hablar con el mesero que estaba atendiendo a unos recién llegados.
- Disculpa, que pasa? Llevamos mas de media hora esperando nuestra comida, tenemos hambre. le dije.
-Ohhh siiii!! ya recordé! lo siento... pero es que... eh.. mmm. Se.. SE AGOTÓ! si! se agotó ^^
Llegados a este punto la rabia era incontrolable. trate de no decir nada, solo empeoraría las cosas. así que solo le dije que nos trajeran la comida rápido.
Mientras me sentaba de nuevo pensaba en como podria torturarlo mejor... su única excusa para tenernos sentados durante 45 minutos es que se agoto? y no han hecho nada en 45 minutos? Ni siquiera mis poderes de Conformista Man pudieron hacer ningún efecto...
60 minutos...
La rabia se tornaba depresión y probablemente en alucinaciones, nos desconcertamos porque cerca de nosotros había una pareja de Gays. Era increíble como todas las demás personas seguían tan felices aun esperando 1 hora para nada y quizás mas...
80 minutos...
Me decido a irme, para este momento ya no me importaba nada, ni nadie. Comer e irme era todo lo que necesitaba en ese momento. Lamentablemente, en ese momento llego el mesero con la comida.
Me Sentía un tanto mas aliviado puesto que me regalaron un poco para que no muriera de hambre, sinceramente comí un pedazo de pollo con la esperanza de que valiera la pena, pero no, sin sabor, duro y un poco frió.
Quería matarlos a todos, Pasar por todo eso para pequeñas porciones y ademas malas? era inaceptable. Finalmente al salir del putrefacto lugar, pude sentirme un poco mejor, y fue todo muy gracioso al final, ya que le había dibujado un billete con un marcador a una factura vieja, y se lo había dejado como propina.
Mas vale malo conocido, Que bueno por conocer...
